AMASAP POR LA ERRADICACION DE LA VIOLENCIA CONTRA LAS MUJERES

La violencia contra las mujeres constituye una grave violación de los derechos humanos y un importante problema de salud pública. En 1999 la Asamblea General de Naciones Unidas designó el 25 de noviembre como Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, invitando a gobiernos, organizaciones internacionales y no gubernamentales a promover en este día actividades dirigidas a sensibilizar a la población respecto este grave problema social.

En la conmemoración de este día, AMaSaP (Asociación Madrileña de Salud Pública), quiere recordar que este tipo de violencia continúa siendo un problema de gran relevancia tanto por su magnitud como por su gravedad, pudiendo afectar a cualquier mujer en cualquier lugar del mundo, solo por el hecho de ser mujer. En el origen de este tipo de violencia ejercida contra las mujeres se encuentra un modelo social basado en la desigualdad y discriminación por razón de sexo, que se inicia desde las etapas más tempranas de la vida, y que tolera y perpetúa la creencia de que los hombres son superiores a las mujeres y, por tanto, éstas pueden ser dominadas.

Existen muchas formas de ejercer la violencia contra las mujeres: violencia de pareja, violencia sexual, trata, mutilación genital, feminicidios, privación del derecho de las niñas de acceder a la educación, amenazas, abusos o tratos degradantes hacia las mujeres, limitación de la libertad de movimientos, violencia económica o limitación en el desarrollo personal o intelectual. En resumen, cualquier acto que viole los derechos inalienables de las personas y en este caso de las mujeres. Todas estas formas de violencia tienen graves consecuencias para la salud de las mujeres y altos costos sociales y económicos para la sociedad en su conjunto.

Desde AMASAP queremos insistir en que la prevención de este gravísimo problema es responsabilidad de toda la sociedad/ciudadanía. La transformación del sistema sociocultural patriarcal no depende sólo de las mujeres, los hombres también son parte implicada en la solución. Para lograr una sociedad más justa y libre de violencia, es fundamental fomentar valores igualitarios.

Por eso, es prioritario el compromiso político y social, de forma que puedan impulsarse cambios que logren la igualdad real entre hombres y mujeres. La educación en igualdad puede acabar a largo plazo con el sexismo y el machismo, pero es imprescindible una respuesta inmediata y sostenida en el tiempo de toda la sociedad.

ERRADICAR LA VIOLENCIA DE GÉNERO ESTÁ EN MANOS DE TODAS Y TODOS